La paradoja del tiempo

Me asombra la de cosas que se pueden hacer con sólo 5 minutos más.
Me explico.

Me levanto cada día con el tiempo suficiente para vestirme, pasear a los perros, ponerles el desayuno, preparar el desayuno de San, el mío, desayunar, levantar a San, lavarme y preparar las cosas para el trabajo (segundo desayuno incluído).

Pues hoy, a parte de todo eso, me dió tiempo de bañar a Cuzco, limpiar la bañera y preparar un paquete que había que mandar por correos, saliendo ¡sólo 5 minutos más tarde!

Tuve que bañarle cuando llegamos del paseo porque se le ocurrió la feliz idea de restregarse encima de una caca, y no veáis cómo olía a mierda el perrito.

No dejo de preguntarme como hay días en que sólo me da tiempo a hacer lo que he descrito y tengo que salir corriendo, y otros como hoy, puedo hacer cosas que normalmente me llevan mucho tiempo.