martes, 1 de junio de 2010

Calcetines blancos

Debido a que en nuestro trabajo nos dan ropa para hacer deporte, solemos tener basantes pares de calcetines blancos. Yo tenía unos 5 pares. Y Sandra, como los que le habían dado le quedaban grandes, le dio sus 4 pares a Charles.

Hasta ahí todo bien.

Yo voy 3 veces a la semana al gimnasio, y hago deporte en el trabajo de 2 a 3 veces por semana también. Eso hace un total de unos 5 ó 6 pares de calcetines blancos a la semana.

Pero cada semana que pasaba, tenía menos pares, hasta que sólo me quedé con 1. Eso me ponía de mal humor, ¡yo contaba con esos calcetines!
En cambio a Carlos "le criaban" calcetines en su cajón, hasta tal punto que el cajón no le cerraba.

Es lo malo de que Sandra recoja la ropa tendida.
Veía los calcetines y automáticamente se los daba a Carlos, y Carlos los guardaba en su cajón, aunque le mosqueaba que cada vez tuviera más

Charles pensaría: Le habrán dado más calcetines en el trabajo.

Pero no, ¡se estaba quedando con los míos!
Ya se lo que estáis pensando: no pasa nada, que te los devuelva.
Si, pero es que Carlos, por los zapatos que usa y porque alguna vez camina descalzo, los calcetines blancos se le quedan grises tirando a negro por debajo, y se estropean más rápido.
¡Y a mi me da una rabia!...

Pero bueno, ya lo hemos solucionado.
Sandra pintó una E en cada calcetín con un rotulador permanente.
Aunque no se si eso durará mucho.

3 comentarios:

  1. Ay, las famosas marcas en la ropa... Si el rotulador permanente no resiste los lavados probar a darle un par de puntaditas de color en un sitio discreto. Aún recuerdo las marcas que mi madre cosía en mi ropa de baile. Que tiempos aquellos...!

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  2. Mira los meses que han pasado y no se han borrado. ¡Genial los rotuladores permanentes!

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