Un domingo diferente

El despertador estaba puesto para las 05:45 a.m., pero 5 minutos antes ya me había despertado y me preparé para bajar a los perros. Luego, un buen desayuno compuesto de queso mozzarella, jamón de pavo, piña, y un café con leche y galletas.

A las 07:10 ya estaba de camino en el tren.

Al llegar a Madrid ya me estaba esperando una de nuestras más fieles seguidoras del blog, con mi camiseta, número de dorsal, bolsa y chip.

La carrera estuvo genial. Hizo un día perfecto.

A los 2 kilómetros un padre le decía a su hijo:

- Hijo, ¿por qué me traes a estas cosas?, yo ya no estoy para ésto.
- ¡A ver si te mueres ya!

Jajaja, risa general. Buen humor para comenzar la cuesta.

Hubo uno que se cayó, y otro que tuvo que parar a vomitar. Pero en general muy bien.
Era impresionante ver esa marea de gente corriendo, y que nosotras formábamos parte de ella.

Terminamos los 10km en 54 minutos. Nuestra seguidora podría haber terminado en menos tiempo, pero como es una buena amiga se quedó todo el rato conmigo.

¡Muchas Gracias!

Lo he pasado genial.