El otro día Cuzco me tuvo muy preocupada; no paraba quieto, no quería dormir, se le notaba intranquilo... Normalmente baja a la calle cuatro veces al día, pero ese día lo bajamos ¡hasta seis veces!
No era normal... Ya tiene diez años, y desde hace varios siempre duerme la siesta (desde las 16:00 hasta las 18:00 al menos), pero no, esa vez no.
Hasta que Érika me confesó que podría ser del café que se tomó... Por lo visto fue a tirar el envase, de esos cafés fríos preparados que se venden ahora, y Cuzco le robó el envase y lo lamió un poco hasta que ella se lo quitó. ...
¡En fin! ¡Ni con canas parará éste perro!
jueves, 9 de junio de 2016
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jajaja vaya tela!!! Cuzco, lo veo en los bares a las 7 de la mañana... camarero!! café aqui!
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