jueves, 3 de junio de 2010

Música en el cercanías


Hace unos días cogí el cercanías para ir hasta Madrid.
A la vuelta estábamos sentados un señor mayor, un hombre de unos 50 años y yo en un grupo de 4 asientos.
Cada uno de nosotros era muy distinto, no parecía que pudiéramos coincidir en nada.
Pues bien, fuimos los únicos que le dimos unas monedas a un señor que entró tocando el acordeón cuando pasó su vaso de plástico pidiendo dinero.
No se porqué, eso me hizo sentir muy bien.

Creo que en los tiempos que corren pocas personas se pueden permitir dar limosnas, pero hay muchas que las necesitan.

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