Hace nada que Gabacho estuvo en el taller, la puerta del maletero no abría, la ventana del acompañante se abría pero no cerraba, había que cambiarle las escobillas y le costaba ponerse en marcha.
Nos lo dieron perfectamente el pasado lunes.
Pues bien; desde ayer, una de las puertas traseras, la del lado del conductor, no abre desde fuera. Ya nos había pasado hace tiempo con la otra, con la trasera del lado del acompañante; pero es que a Sandra se le ocurrió la maravillosa idea de poner el bloqueo para niños.
No se qué neurona se le encendió en ese momento, pero fijo que acto seguido se le fundió por defectuosa, ya que ahora, no se puede abrir la puerta ni por fuera, ni por dentro.
Puerta bloqueada. Puerta que no se puede usar = Cabreo de Érika.
Ayer estaba siendo un día perfecto... hasta ese momento.
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