Yo nunca había visto algo así, pero tampoco nos extrañó, ya que la nevera nos la dejaron con la casa.
Esa vez tuvimos suerte, sólo hizo falta colocarla en su sitio y darle un pequeño golpe para que encajara perfectamente; sólo teníamos que tener cuidado de no abrir la puerta del todo.
Y así hemos ido tirando hasta hace una semana, cuando San estaba cortando y metiendo pan para congelar, Cuzco pasó por allí abriendo del todo la puerta del congelador, y plaf!, se le cayó la falda a la nevera.
Enseguida me llamó San para que la colocara, como la última vez; pero esta vez me estaba costando más que encajara, y le pegué una pequeña patada... graso error; se partió una pieza de plástico que tenía debajo y ahora cada vez que abrimos el congelador se cae la puerta.
Y no sólo eso, no congela bien.
Así que, poco a poco (no se vayan a pensar que nos vamos a meter un atracón), nos vamos a ir comiendo lo que hay en el congelador, no vamos a comprar nada para congelar, y esperemos que aguante bien hasta que acabemos de pagar el nuevo colchón.
¡Qué se le va a hacer!
También... Ya es mala pata!!!!!
ResponderEliminar