Mi celebro dice y mi cuerpo hace

No siempre es fácil, y menos un viernes en agosto.

-Hoy no voy al gimnasio. ... Pero tengo la mochila preparada. Venga voy, pero hoy el cardio más suave que normalmente, sin forzar.

De camino -¡Puff!, ¡qué calor! - El poco aire que sopla es caliente. - ¿Y si me vuelvo?... Mis pies me llevan.

Una vez allí, con muy poco ánimo me cambio de ropa. - Sólo cardio y los ejercicios de hombro. Nada más.

Me subo a la elíptica, y aunque me cuesta arrancar más que el día anterior, termino forzando como siempre hasta que me duelen las piernas. 10 minutos.
Me bajo chorreando de sudor; al remo. 5 minutos más de cardio.
-Venga, los hombros y ya, nada de tríceps ni abdominales. Hoy no puedo.
15 minutos después.
Termino con los hombros. - ¿Me voy a ir ya?, bueno, voy a hacer los tríceps, que es el músculo que más me gusta trabajar.
Otros 15 minutos.

- Anoche me dió un tironcillo en las lumbares.., mejor no hago abdominales.
Me dirijo hacia donde están las colchonetas para hacer las abdominales.
-¡No están!, es una señal. Hoy no las hago.

De camino a la salida las veo, las habían cambiado de sitio. Cojo una y me voy a hacer las abdominales y las lumbares.
30 minutos después... a estirar.

¡Hasta luego! - me despido como siempre de la gente.

-Otra hora y media, como siempre. Al final he hecho toda la tabla. No se cómo pero la he hecho. Estoy muerta.