Cuando ya creíamos que era imposible que Cuzco subiera de nivel a sus casi 8 años, lo ha conseguido, ha subido de CABRÓN a HIJO DE PUTA.
Todos los veranos, debido al calor tenemos que poner el aire acondicionado para dormir.
Por como está puesto el aparato de aire acondicionado y la situación de la cama, todo el aire frío le daba a Sandra, y yo me asaba de calor (aunque cambiara la dirección de las paletas del AA); así que después de un par de noches ella congelándose y yo sudando, decidimos cambiarnos temporalmente de sitio en la cama.
Parece ser que esa primera desición a Cuzco no le gustó, porque todas las noches, absolutamente TODAS LAS NOCHES, a eso de las 2:30 a.m. se iba para el salón y piiiiiisssss
Las dos nos levantamos corriendo, jurando en arameo, Sandra se lleva a los perros a la calle mientras yo ruedo el sofá y limpio todo el suelo.
Una noche que Sandra llegó de trabajar de madrugada oyó mis gritos desde la calle y vió que la luz del salón estaba encendida. Ya se imaginaba lo que pasaba.
Cuando abrió la puerta se encontró con el siguiente cuadro:
Las sillas encima de un lado del sofá, Cuzco en el otro hecho una bola, yo en bragas fregando el piso con los pelos pa´lla arriba y cara de loca soltando toda clase de improperios y Bicho missing (escondido debajo de la cama). Y es que sólo hacía 45min que había subido de la calle. ¿Lo hace o no lo hace a mala baba?
Hartas de ésta situación, después de unas cinco noches levantándonos a fregar, decidimos meter el cacharro del agua y cerrar la puerta de la habitación.
Y parece ser que ésta segunda desición a Cuzco tampoco le gustó, porque a partir de esa noche todas las mañanas, cuando aún faltaba como una hora para que sonara el despertador, se levantaba, se metía debajo de la cama y broooaaagh! ¡VOMITABA!
¿Saben el olor que suelta eso?
Nada, levántate, desmonta la cama para quitar el colchón, levantar el somier y limpiar
Y las pringadas de nosotras, pensando que el aire acondicionado le sentaba mal (aunque en los años anteriores no le había pasado nada) picamos otra noche más; y a la siguiente, cuando decidimos abrir la puerta, hizo lo mismo pero, en vez de vomitar debajo de la cama lo hacía encima del sofá.
Inocente de nosotras, pensando que estaba malito, le llevamos al veterinario y le compramos una carne llamada i+d que es ideal para transtornos gastrointestinales que ya se la habíamos dado alguna que otra vez con mucho éxito.
Nada, siguió igual.
¿Saben cuándo dejó de mear y de vomitar? Cuando volvimos cada una a su lado de la cama, dejamos la puerta abierta y apagamos el aire (poniendo el ventilador) para dormir.
Por si alguien piensa que el perrito se estaría meando porque sale poco aquí les dejo el planin de las salidas:
Sacamos a los perros, mínimo, cinco veces al día:
Por la mañana, paseo de 15 minutos.
Antes de comer, otro paseo de 15 minutos.
Antes de irnos al gimnasio, los bajamos a que hagan un pis en la farola.
Paseo con los colegas, de 50 minutos a una hora (a veces más)
Y justo antes de acostarnos los volvemos a bajar a que hagan lo que llamamos "el último pis del día".
Yo creo que no está mal; más teniendo en cuenta que hay días en los que bajan más veces.
sábado, 24 de agosto de 2013
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QUE FUERTEEE , ME LO CARGOOO AUNQUE DESPUES LLORE POR LO QUE HICE , LO DE ME LO CARGO NO ES MATARLO PERO SI DARLE DE TORTAS CON LA ZAPATILLA . AUNQUE ES LA MONDA EL SABE QUE SE LE QUIERE MUCHO EL PINGAJO JAJAJAJJA, BESITOS.
ResponderEliminaren seriooooo?????no pensé que llegara a tanto,jajajaj,es mucho,me gusta.......de lejos claro
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