No se si saben que tenemos un expositor de chupa-chups en casa, obsequio de las chicas de la panadería donde habitualmente compramos el pan y chupa-chups.
Ayer mismo San compró 8 de varios sabores.
Pues bien, San suele llevar uno o dos chupa-chups en el bolso.
Hace unas horas estuvimos en el aeropuerto para ver a unos familiares; mientras esperábamos por ellos San sacó un chupa-chups, le quitó el papel con cuidado, y se puso a chuparlo, a saborearlo... la sala 6 de llegadas del aeropuerto de Barajas olía a caramelo de cola.
Siempre, desde que yo recuerdo, ha habido una máquina dispensadora de chupa-chups en esa sala. Al principio sólo habían unos pocos, pero desde que prohibieron fumar en el aeropuerto esa máquina siempre ha estado llena, y de todas las veces que he tenido que esperar allí a gente, nunca nadie había sacado un chupa-chups.
Pues bien, en los 15 minutos que estuvimos esperando hoy, dos personas se sacaron uno y se pusieron allí a comérselo mientras esperaban.
La verdad, el aeropuerto nunca había olido tan bien.
me encantan los chupachups!!! cuanto los echo de menos, cada vez que alguien vuelve a espa;a y me pregunta si quiero algo digo lo mismo: chupachups!! (menos los de sabor cola, que son los unicos que llevan gluten!!)
ResponderEliminaralba.
no me lo puedo creer,tambien un expositor de chupa-chups en esa casa tan pña?(y con todas esas flores,bichitos y demas)y donde?
ResponderEliminarEso es lo de "culo veo, culo quiero". Ves la maquina y como si no estuviera perooooo... como veas a alguien dandole al chupa chups... antojo al canto XDD
ResponderEliminarlo tendré en cuenta Alba.
ResponderEliminarÉrika.... el blog es sólo el comienzo... deberías escribir un libro!!!
ResponderEliminarQuién sabe Elisa, quién sabe...
ResponderEliminar