domingo, 26 de septiembre de 2010

Una mala idea


Ayer fue uno de los días en los que pensé: "¡En qué mala hora se me ocurrió esto!", y es que, cuando se tiene una mala idea, hay que reconocerlo; y mi mala idea fue llevarme a los perros de vacaciones a Galicia.

Yo estaba muy ilusionada, íbamos a dar grandes paseos y a jugar con los perros por la Torre de Hércules, y muchas más zonas verdes que tiene A Coruña... pero no pudo ser.

Salimos de casa ayer a las 7:30 a.m. cargadas hasta arriba con nuestras cosas y las de Cuzco y Bicho. Maleta, cacharros para la comida, toallas para secarles la lluvia que les caería encima, pienso, correas, collares, citurones de seguridad especial para perros, la almohada donde duerme Bicho...

Llegamos al hotel Santa Cristina en La Coruña a eso de las 14:30h, cansadas de tanto coche.
La habitación era muy pequeña y bastante cutre teniendo en cuenta lo que nos iban a cobrar por 5 noches, y más teniendo en cuenta, que a parte de los 280euros (56 por día) nos cobraban 10 euros por día por perro, vamos, lo que me sale la residencia canina.
Pero estábamos dispuestas a pagar todo eso, si íbamos a estar bien.

Normalmente cuando vamos a salir a algún lado lo que hacemos es darles un gran paseo a los perros para cansarlos, para luego salir nosotras por ahí.
Ayer a las 18h, que fue cuando salimos, estaban súper cansados, así que nos fuimos tranquilas.
Llegamos a las 0:00h. Y cuando abrimos la puerta de la habitación se nos vino el mundo a los pies.
Toda nuestra ropa (la que no estaba colgada de las perchas) por el suelo, llena de pelo, por supuesto. La almohada de Bicho, destrozada, mi gorra, destrozada, la colcha de la cama hecha un gurruño y llena de huellas de perro.
¡Puff! Y para más inri, cuando volvemos de pasearles mientras nos cagábamos en todo y pensábamos qué hacer, nos espera en la puerta el gerente del hotel y nos cuenta que se ha pasado la tarde ladrando.
Le pedimos disculpas, y muy cabreadas y con ganas de llorar, nos fuimos al cuarto.

Si ya nos estábamos planteando irnos, la gota que colmó el vaso fue el resto de la noche.
A cada ruido Cuzco ladraba; se oía perfectamente el escándalo de la gente que estaba de fiesta y cada vez que alguien del piso de arriba tiraba de la cadena parecía que nos iba a caer un chorro de agua encima. Y eso no es todo amigos, la cama era super incómoda. ¿Dormir ahí 4 noches más?
A las 6 a.m. de hoy San me dice: ¿sería muy descabellado irnos hoy?

Yo: Nos vamos ya.

Nos levantamos, paseamos a los perros, les dimos el desayuno, hicimos la maleta y mientras yo lo colocaba todo en el coche, San pagaba en recepción.
No nos cobraron lo de los perros, un punto a su favor.

De camino a Madrid llamé a mi amiga Verónica, ella y su marido son los que llevan la residencia canina. Le expiqué el problema y le pedí dejar a los perros ya, en vez de el día 01 como teníamos previsto. Ningún problema.

¡En fin! Fue una mala idea llevarlos; lo peor de todo son las 7 horas pa´riba, 7 horas pa´bajo y mañana otra vez; pero ¡en fin! Al menos no rompió nada del hotel y Vero los ha podido recoger.
Nota: La foto es de esta mañana en Santa Cristina, A Coruña.

3 comentarios:

  1. Yaaaaaaaaaaaa me parece veros a las dos super Cabreadas ,encima despues toda la noche ladrando pobresitas en fin que a los niños no se lse puede dejar solos . Espero queen esteos dias se relajen ,para cuando lleguen aqui se lo tomen mas a guasa la verdad que ha sido una p..,doble viaje y doble gasto ,bueno que lo paseis bien besitos .

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  2. Buenooooooooooo. Menuda epopeya!!!! Espero que estos días os lo paséis bien y así podáis compensar un poco tanto jaleo. Besotes.

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  3. Jo primas, qué fuerte. Vaya comienzo de vacaciones, pero como dices tú, una para saber y otra para aprender.....
    Bueno, ahora toca disfrutar las vacaciones y cuando vengan a Las Palmas, van a descansar esos diitas en el sur, en plan relaxxx. Un beso y nos vemosssssss.

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