miércoles, 27 de enero de 2010

Crisis culinaria

Pobre Sandra.
Le encanta la cocina, pero es como a mi con las matemáticas, le encanta cuando le sale bien.

El domingo nos preparó un pulpo a la gallega, pero, sinceramente, estaba incomible. No por el sabor, estaba bueno, pero el pulpo se le había quedado duro, y nos estaba costando más masticar un cacho que una sesión de gimnasio; a demás enseguida se quedó frío.

Intentó remediarlo calentándolo un poco en el microhondas, pero fue peor el remedio que la enfermedad; seguía estando duro y ahora sabía peor.

Le sentó fatal.

Y hoy lo que le pasó es que se quedó sin comer.
A nosotros nos preparó un pollo en salsa que estaba para chuparse los dedos. Ella se hizo una pizza, pero le pasó lo que nunca: Al ir a sacarla del horno ¡se le cayó! Y ya saben lo que pasa con las tostadas, cuando se te cae una siempre cae por el lado de la mermelada. Pues a la pizza igual, se le cayó boca abajo.
El horno, la puerta del horno y el suelo lleno de queso y aceitunas... Se pilló un rebote que pa´qué. Tanto, que ya no quiso comer nada.

En fins. Ella es así. Yo me hubiera preparado otra cosa, aunque sólo fuese un bocadillo.

2 comentarios:

  1. Pobreee joooo,consejo del chef,el pulpo tiene truco pones agua a hervir a to meter lo metes lo sacas asi tres veces y en la tercera vez que lo mete lo deja a fuego normal de 35 a 45 minutos,y ya tienes el pulpo umm rico rico jjejejeej

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  2. Sandra, Sandra,... Cuando regreses a Coruña un cursillo acelerado de como hacer el pulpo a feira!!!!!!!! Y lo de la pizza es ley de Murphy total XDD Pero tampoco hay que rebotarse tanto. Eso le pasa a cualquiera.

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