Bicho

Practicamente todo el mundo sabe que Cuzco es un cabrón y Bicho un buenazo.

Cuzco es el que rompe bragas, trapos de cocina..., te roba comida, coge ropa de la lavadora para que le persigas... pero al menos no es un guarro y nunca le dio por romper el sillón.

Ya sabíamos que Bicho se frotaba con cojines porque sus anteriores dueños nos lo contaban. A demás veíamos, como ya les contamos en otra entrada, que cada vez que Cuzco se levantaba de algún sitio, iba Bicho a oler y chupar donde había estado el pito del otro.
Y con otros perros de amigos su forma de "jugar" era oliéndoles y chupándoles el pito a otros o intentándose frotar con ellos.

Pero ya estamos cansadas de llegar a casa, y si no hemos dejado ningún cojín ni nada parecido, encontrarnos los brazos del sillón manchados, e incluso rotos, porque el perro ha intentado tirar de ellos para llevárselos al suelo.
Antes de salir de casa tenemos que quitarles los cojines a las sillas de madera; esos que pones para que no se te quede el culo a rayas, porque si no, cuando llegamos están en el suelo, todos manchados.

Y el olor que queda en el salón... ¡puaj!

Y no sólo eso. El muy bruto se frota tan fuerte que hay gotitas de sangre por el suelo.

Y eso de que es un buenazo..., es relativo.

Ayer casi tengo que llamar al trabajo para decir que no iba porque el perro no aparecía.
Como es tan bueno, y no sabe ir atado (tira más que Cuzco), le llevo suelto practicamente todo el camino, vigilándole cada vez que vamos a cruzar.
Pues bien, cuando casi habíamos llegado a casa, de repente desaparece de mi vista.
Me pegué un rato llamándolo y buscándolo con Cuzco. ...
Ahora lo tengo unos días castigado y lo llevo todo el rato atado. Pero más bien el castigo es para mí.

Bueno, volviendo a lo de que es un guarro, hemos tomado una determinación: LO CAPAMOS.

ES INMINENTE.

A ver si así evitamos que cuando nos vayamos los 4 de vacaciones a un hotel donde admiten perros en A Coruña, no se tire las almohadas ni nada cuando los dejemos en la habitación.