Una de coches

¡Qué vergüenza! Con mis casi 14 años de carnét y el otro día se me cala el coche al salir de una rotonda... ¡y es diesel!
En mi defensa diré que estaba el aire acondicionado puesto.

Pero para cosas graciosas con los coches, lo que le pasó un invierno a Sandra.

Hace 2 inviernos unos amigos nos prestaron su coche mientras el nuestro estaba en el taller.
El coche de nuestros amigos es un Citroen Saxo azul, ese que salió tan bueno que se vendieron muchos.
Pues bien, habíamos hecho la compra, la colocamos en el maletero, y mientras yo arrancaba el coche San fue a devolver el carrito y recuperar el euro.
Al ser invierno, aunque eran las 19h de la tarde, era noche cerrada ya.

Volvió, abrió la puerta del Saxo azul mientras hablaba... y vió a una chica de pelo largo hablando por el móvil, que al verla puso cara de pánico y agarró fuertemente el bolso.
Sandra cerró la puerta diciendo perdona, perdona, perdona... Y en cuanto cerró la chica bajó todos los seguros.

Cuando llega al coche donde sí que estaba yo porque ese sí que era el de nuestros amigos, le pregunto: ¿por qué has tardado tanto? Pero ella no podía parar de reir.

A partir de entonces le pido que se fije en la matrícula, aunque sólo sea que le suenen las letras. Porque ya le ha pasado de intentar abrir otro Seat Ibiza rojo que no es el nuestro. Pero es que el nuestro es de 3 puertas, ¡y el que intentaba abrir de 5! - Eri, la llave no va -.

Pero bueno... ¡Vaya susto se llevó!, ¡y la chica ni te cuento!