jueves, 4 de marzo de 2010

Carlos... ¡Hereje!


Cuando Charles empezó con la dieta de la sopa fue a hacer la compra de lo que necesitaba al súper, hasta ahí todo bien.
Hasta que hace unos días cogí un plátano, y cuando lo mordí...

Érika: ¡Charles! ¡Este plátano no es de Canarias! ¡Esto es una banana!
Charles: Es que no vi los de Canarias, éstos eran los que habían.
Érika: Si no hay de Canarias no compres ninguno, ¡esto no sabe a nada!
Charles: es que me hacen falta para la dieta.
Érika: Bueno, pues te los comes tú. Eres un hereje, si no son canarios no son los auténticos.

Como ya sabéis (si leéis todas las entradas con sus comentarios), al final Carlos no terminó la dieta de la sopa. Así que se comió esas bananas en 2 días.

¡Por cierto! Sí que había plátanos de Canarias, pero es que los de Canarias en ese súper no los ponen con el resto de fruta; los tienen en otra estantería con los ajos y los limones, bien envueltos en su bandeja... y más caros, claro.

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